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domingo, 27 de agosto de 2017

"Meu rosto ferve nas mãos do escultor cego.
Na pureza dos pátios imóveis ele pensa docemente nos 
suicidas; está a criar a velhice:
ontem e hoje são já o mesmo dia no meu coração."
-"Livro do Frio"
- Antonio Gamoneda

quinta-feira, 31 de dezembro de 2015

"Sobre a minha carne passa, grave de amor, a mesma língua que salva na minha velhice e acordo
envolto em coágulos de sombra
e da noite desprende-se
uma flor negra e húmida de pranto."
-"Ardem as Perdas"
- Antonio Gamoneda

domingo, 30 de dezembro de 2012

«Que hora é esta, que erva cresce na nossa juventude?»
 
Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 61

sábado, 29 de dezembro de 2012

«Cada distância tem o seu silêncio»

Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 43
 
«O outono expressa-se como pássaros invisíveis. Que farias tu se a tua memória estivesse cheia de esquecimento, que farias tu num país ao qual não querias chegar?»
 
 
Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 39
«Que lugar é este, que lugar é este? Como estás ainda no meu coração?»
 
 
Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 38

terça-feira, 18 de dezembro de 2012

''(...), viúva expulsa dos teus lençóis.''

Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 34

''Aquilo que aconteceu não é mais que destruição.''

Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 30

domingo, 16 de dezembro de 2012

A minha amizade está sobre ti  e tu não estás debaixo da minha
    amizade. Não sou eu o despojado: a tua beleza é tenaz mais o
    meu cansaço é mais profundo que a sua beleza.
 
 
 
Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 19
Reconhecei a minha lentidão e o animal que sangra docemente
    dentro da minha alma.
 
 
(...)
 
 
Faríeis melhor residindo em pântanos. Eu já não sou o vosso mestre
    mas sim a vossa profundidade a que talvez não chegareis.
 
(...)
 
 
a minha mãe é fértil na cobardia;
 
o meu coração, temível na doçura.
 
 
 
 
Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p. 14/15

''Estou velho de mim mesmo, (...)''

Antonio Gamoneda. Descrição da Mentira. Tradução de Vasco Gato. Edições Quasi, 2003., p.

terça-feira, 27 de abril de 2010

Pavana Impura:

1. Tu cabello en sus manos; arde en las manos del vigilante
de la nieve.

Son las cebadas, la siesta de las serpientes y tu cabello en el
pasado.

Abre tus ojos para que yo vea las cebadas blancas: tu cabeza
en las manos del vigilante de la nieve.

* * *

2. Todos los árboles se han puesto a gemir dentro de mi espíritu
al recordar tus bragas en la oscuridad, la luz debajo de tu piel,
tus pétalos vivientes.

Atravesando los aniversarios, a veces viajan las palomas ebrias.

Venga desnuda tu misericordia, ah paloma mortal, hija del
campo.

* * *

3. El mirlo en la incandescencia de tus labios se extingue.

Yo siento en ti grandes heridas y te desnudas en mis fuentes.

Se extingue el mirlo en las alcobas blancas donde soy ciego,
donde, algunas veces, suenan en ti grandes campanas.

* * *

4. Busco tu piel inconfesable, tu piel ungida por la tristeza de las
serpientes; distingo tus asuntos invisibles, el rastro frío del
corazón.

Hubiera visto tu cinta ensangrentada, tu llanto entre cristales
y no tu llaga amarilla,

pero mi sueño vive debajo de tus párpados.

* * *

5. La inexistencia es hueca como las máscaras y su visión es
lívida, pero tú oyes el grito de las madres del agua y acaricias
los ojos que vieron la inexistencia.

* * *

6. Nuestros cuerpos se comprenden cada vez más tristemente,
pero yo amo esta púrpura desolada.

Ah la flor negra de los dormitorios, ah las pastillas del amanecer.

* * *

7. Entra otra vez en las alcobas blancas.

Grandes son las jarras de la tristeza en las manos mortales.

Entra otra vez en las alcobas blancas.

* * *

8. Amor que duras en mis labios:

Hay una miel sin esperanza bajo las hélices y las sombras de las
grandes mujeres y en la agonía del verano baja como mercurio
hasta la llaga azul del corazón.

Amor que duras: llora entre mis piernas,

come la miel sin esperanza.

* * *

9. Ha venido tu lengua; está en mi boca

como una fruta en la melancolía.

Ten piedad en mi boca: liba, lame,

amor mío, la sombra.

* * *

10.Llegan los animales del silencio, pero debajo de tu piel arde la
amapola amarilla, la flor del mar ante los muros calcinados
por el viento y el llanto.

Es la impureza y la piedad, el alimento de los cuerpos
abandonados por la esperanza.

* * *

11. He envejecido dentro de tus ojos; eras la dulzura y el exterminio
y yo amé tu cuerpo en sus frutos nocturnos.

Tu inocencia es como un cuchillo delante de mi rostro,

pero tú pesas en mi corazón y, como una miel oscura, yo te
siento en mis labios al ir hacia la muerte.

* * *

12. Eres como la flor de los agonizantes

que es invisible mas su aroma entra

en la sombra nasal y es la delicia,

todo en la vida, durante algún tiempo.

* * *

13. En la humedad me amas

y eres azul en tus pezones. hablas

suavemente en mis labios y regresas

a tu prisión en la melancolía.

* * *

14. Tu cabello encanece entre mis manos y, como aguas silenciosas,
nos abandonan los recuerdos. siento la frialdad de la existencia
pero tu olor se extiende en las habitaciones y tu lascivia vive en
mi corazón y entra mi pensamiento en tus heridas.


* * *

15. Existe el mar en las ciudades blancas,

coágulos en el aire dulcemente sangriento,

sábanas en la serenidad.

Existen los perfumes inguinales, lenguas en las heridas femeninas

y el corazón está cansado.

Entra con tus campanas en mi casa, pastora ciega, sin embargo,

como si no tuviera la dulzura su fin aún en las ciudades blancas.



De "Libro del frío" 1992.
Antonio Gamoneda
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